La Universitat de Lleida (UdL) desarrollará durante dos años un proyecto de investigación para diseñar una herramienta de cálculo que permita el alerta precoz ante el mejillón cebrado (Dreissena polymorpha), una especie invasora que amenaza las autóctonas y provoca pérdidas millonarias. La sección de Limnología Aplicada del Grupo de investigación en dinámica fluvial (RÍOS) de la UdL quiere determinar el riesgo y la gravedad de la afectación a 9 comunidades autónomas, con la ayuda de las cuencas hidrográficas del Ebro, Duero, Guadalquivir,  Guadiana, Miño-Sil, Júcar y Segura, así como proponer nuevas medidas de control. La Fundación Biodiversidad, que depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, finanza este proyecto y otro de la UdL sobre la recuperación del cavilat (Cottus gobio) en la Valle de Arán, con un importe total de 60.800 euros. 

 

La proliferación masiva del mejillón cebrado llega a obstruir conductas de agua de diferente diámetro, como por ejemplo el abastecimiento de agua urbana, industrial o de riego. La investigación de la UdL tiene que permitir evaluar la eficacia de las medidas de control y erradicación actuales, así como establecer nuevos mecanismos de prevención y detección precoz de la presencia de la especie. Otras aplicaciones resultantes del proyecto serán la cuantificación del riesgo de colonización de las masas de agua y la posibilidad de simular los cambios en su vulnerabilidad ante diferentes escenarios de cambio climático.

 

El primer paso es actualizar el índice de vulnerabilidad de los embalses ante este molusco, denominado IVMC, que diseñó al 2008 el director de estos proyectos y profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria (ETSEA) de la UdL, Antoni Palau. Después, los investigadores calibrarán el índice, con datos actuales amplios y representativas de los embalses de las cuencas hidrográficas que participan en el estudio para cuantificar su vulnerabilidad en frente la plaga en Cataluña, Aragón, Castilla-León, Extremadura, Andalucía, Navarra, La Rioja, València y Murcia. El objetivo final es generar una herramienta automatizada para calcular la IVMC y prever el riesgo de colonización de masas de agua por parte del mejillón cebrado.